El control y el diagnóstico temprano de ambas condiciones son fundamentales para proteger la salud ocular y prevenir complicaciones graves.
Los términos "hipertensión arterial" e "hipertensión ocular" pueden generar confusión, pero comprender sus diferencias es fundamental para cuidar la salud. Si bien ambas comparten el término "hipertensión", es importante diferenciarlas y conocer cómo afectan al organismo.
Aunque la presión arterial alta es un factor de riesgo cardiovascular importante, un mito común la asocia directamente con el glaucoma. Expertos del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega aclaran que, aunque la hipertensión arterial no causa directamente el glaucoma, sí puede aumentar su probabilidad de desarrollo.
La hipertensión arterial, también conocida como presión arterial alta, es una condición común que afecta a millones de personas en todo el mundo.Se caracteriza por una fuerza excesiva que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, especialmente cuando el corazón bombea.
Además, si no se controla, la hipertensión arterial puede ocasionar graves problemas de salud, como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal.
A diferencia de la creencia popular, la hipertensión arterial no causa directamente el glaucoma, pero sí puede aumentar su riesgo.La hipertensión ocular se refiere a la presión dentro del ojo, la cual debe mantenerse dentro de un rango normal (entre 10 y 21 mm Hg) para un funcionamiento adecuado.
El aumento de la presión ocular puede deberse a diversos factores, como la edad, ciertas enfermedades oculares y otros padecimientos.
Hipertensión arterial: Factores de riesgo incluyen edad, antecedentes familiares, sobrepeso, tabaquismo, dieta poco saludable y falta de actividad física. El control de la presión arterial mediante cambios en el estilo de vida y medicamentos es fundamental para prevenir complicaciones.
Hipertensión ocular: Factores de riesgo incluyen edad, antecedentes familiares, ciertas enfermedades oculares (como diabetes o uveítis), y uso prolongado de corticosteroides. El control regular de la presión ocular mediante exámenes oftalmológicos y, en algunos casos, tratamiento con medicamentos es fundamental para prevenir el glaucoma.
Los cambios en la presión arterial no afectan directamente la presión ocular, pero ambas son importantes para la salud visual. La detección temprana y el tratamiento adecuado de ambas condiciones son esenciales para prevenir la progresión de enfermedades oculares como el glaucoma y preservar la visión.
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