Cada año, más de ocho millones de personas mueren a causa del tabaquismo a nivel mundial, y más de mil millones de personas continúan fumando
El tabaquismo se ha convertido en un grave problema de salud pública en casi todos los países, debido a sus efectos devastadores sobre el sistema respiratorio y cardiovascular.
Un estudio reciente realizado por el University College de Londres (UCL) reveló que fumar un solo cigarrillo reduce la esperanza de vida en promedio en 20 minutos, con variaciones de 17 minutos para los hombres y 22 minutos para las mujeres. “Los fumadores que no dejan de fumar pierden alrededor de una década de vida”, señaló la Dra. Sarah Jackson, investigadora principal del grupo de alcohol y tabaco de la UCL.
El estudio también encontró que una persona que fume 10 cigarrillos al día podría evitar la pérdida de un día de vida si deja de fumar durante sólo ocho días. Si esta decisión se mantiene durante un año, la persona podría recuperar hasta 50 días de vida. Los beneficios de dejar de fumar se perciben tanto a corto como a largo plazo.
Por su parte, la Dra. Ana María Putruele, jefa de Neumonología del Hospital de Clínicas José de San Martín, explicó que el cuerpo comienza su proceso de recuperación casi de inmediato. Entre los cambios más notables, destacan:
A los 20 minutos: reducción de la presión arterial y el ritmo cardíaco.
A las 12 horas: normalización de los niveles de monóxido de carbono en sangre.
De 1 a 9 meses: mejora en la función pulmonar, desaparición de la tos y reducción de la dificultad para respirar.
A largo plazo, los riesgos de enfermedades graves también disminuyen significativamente. En un año, el riesgo de enfermedades cardíacas se reduce a la mitad. En cinco años, los riesgos de cáncer en la boca, garganta y esófago, así como los de sufrir un accidente cerebrovascular, disminuyen considerablemente.
Al cabo de 10 años, el riesgo de morir de cáncer de pulmón se reduce a la mitad, y en 15 años, el riesgo de enfermedades coronarias se equipara al de una persona que nunca ha fumado.
Con más de mil millones de fumadores en el mundo y más de ocho millones de muertes anuales atribuibles al tabaquismo, las políticas públicas y los hallazgos científicos continúan luchando por reducir los efectos perjudiciales en la salud y en la sociedad.
Un ejemplo de estas políticas es la implementación, a partir del 1 de enero de 2025, del 'Plan Aire y Clima' en la ciudad de Milán, Italia. Este plan prohíbe fumar tabaco en espacios exteriores a menos de 10 metros de otras personas.
La medida se extenderá progresivamente a todos los espacios públicos al aire libre, con excepciones donde se pueda mantener una distancia de seguridad. Aunque esta normativa tiene como objetivo principal la mejora de la calidad del aire, también se espera que tenga un impacto positivo en los hábitos de consumo de tabaco de la población.