La Fundación Hospital Pediátrico reinauguró la Unidad de Cuidado Intensivo Neonatal (NICU) con una inversión de $400 000 USD.
La Fundación Hospital Pediátrico reinauguró la Unidad de Cuidado Intensivo Neonatal (NICU), sala sur, del Hospital Pediátrico Universitario Antonio Ortiz en Centro Médico de Río Piedras. El techo sufrió daños a raíz del huracán María en 2017 que impactaron el interior de la unidad de cuidado crítico de infantes y neonatos.
Rebeca Quiñones, directora de la Fundación, explicó que gracias a donantes privados se pudieron realizar los trabajos de reparación e impermeabilización del techo de la Torre 1, edificio B, donde ubica NICU Sur para evitar filtraciones y reacondicionar el interior de la unidad a un costo de $400,000 USD.
“Nos enorgullece compartir resultados y saber que estamos ayudando al único hospital pediátrico supraterciario de Puerto Rico donde se refieren los casos más complicados y se brindan los servicios más completos a niños y jóvenes”,
comentó Quiñones.
Este proyecto realizado entre enero y noviembre 2018 permitió reemplazar elementos internos averiados como planchas acústicas, paneles de “gypsum board”, ajustar y sellar todas las ventanas para prevenir filtraciones, hacer mejoras al área de lactancia y pintar techo, paredes y columnas de la unidad.
En el techo del piso 6 se instaló material impermeabilizante, se descartó la tubería y equipo eléctrico en desuso. En el cuarto de máquinas, que ubica en este techo, se instaló insulación nueva en ductos.
En el cuarto mecánico de gases médicos (donde ubican los pivotes de oxígeno) se sellaron las paredes que presentaban filtración, se trabajó con los pisos y se instalaron nuevos conductos de gases médicos (en las paredes hacia el exterior).
El Dr. Manuel Iglesias, vicepresidente de la Junta de Directores de la Fundación, intensivista y profesor del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR, destacó la importancia de esta organización en la búsqueda de soluciones y en el entrenamiento de futuros médicos en Puerto Rico.
“Después del huracán María nos enfocamos en impactar áreas más grandes del Hospital, con necesidades mayores”, dijo y añadió que el hospital sirve de entrenamiento para los estudiantes de medicina pediátrica del Recinto de Ciencias Médicas y que la unidad NICU Sur sigue siendo la más grande en Puerto Rico y el Caribe con hasta 50 camas.
Quiñones hizo un llamado a todos los posibles donantes. “Quiero que miren a nuestra Fundación como gestores para canalizar y hacer posibles mejoras mayores al Hospital Pediátrico, desarrollo que todos queremos”, comentó.
“Este año nos hemos propuesto levantar fondos para reacondicionar la unidad renal, única en Puerto Rico y los baños de Pediatría General y del área de Cirugía en la Torre 1”.
“Otro proyecto especial que estamos avanzando es construir la única sala intervencionista que se edificaría en Puerto Rico para procedimientos mínimamente invasivos, con una donación de $1.6 millones de Direct Relief. Esta iniciativa se encuentra en etapa de diseño y esperamos tenerlo concluido a finales del 2020”,
comentó Quiñones.
“Soñamos con seguir impulsando este Hospital Pediátrico con proyectos innovadores y que más personas puedan unirse a la misión de trabajar por los niños y jóvenes que más lo necesitan”, sostuvo Quiñones.
Los donantes que hicieron posible la reparación del techo y reacondicionamiento del área interior de NICU Sur son Fundación Francisco Carvajal, Massachusetts United for Puerto Rico at the Boston Foundation, Fundación Bechara, Unidos por Puerto Rico y la familia Gnocchi Hernández que invirtieron en equipo y muebles para el cuarto de lactancia de la unidad.
De julio 2018 a mayo 2019 el Hospital Pediátrico registró 3.360 admisiones y realizó 700 cirugías ambulatorias, mayormente a través de clínicas externas.