Los médicos han centrado un debate sobre si este debe ser un enfoque puramente médico e individualizado o una alternativa prometedora en general.
La denervación renal es considerada como una alternativa médica para controlar la hipertensión resistente. Este procedimiento busca reducir la presión arterial y la actividad nerviosa simpática, logrando disminuir la tensión que no responde a múltiples medicamentos y cambios en el estilo de vida.
¿Qué es una denervación renal y cómo funciona?
El tratamiento se realiza mediante un catéter con electrodos, disminuyendo las hormonas que elevan la tensión arterial producidas por los riñones. Es un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza en ambos riñones y generalmente implica un día de hospitalización bajo sedación.
Preparación y cuidados posteriores a una denervación renal
Aunque no se han reportado efectos secundarios importantes, cada paciente es evaluado de manera individual para asegurar su adecuación. Se llevan a cabo pruebas previas para confirmar la viabilidad y seguridad del procedimiento, como estudios de imágenes y análisis de sangre.
Después de la denervación, se observa una disminución gradual en el uso de medicamentos antihipertensivos y con el tiempo, algunos pacientes pueden reducir o incluso suspender su consumo debido a los resultados positivos obtenidos con este procedimiento. Un seguimiento cercano con el nefrólogo permite ajustar el plan de tratamiento según la respuesta del paciente.
Denervación renal como tratamiento para hipertensión resistente
La Dra. Tamara García, del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Santander, respalda la denervación renal como opción para la hipertensión resistente, puesto que, las guías europeas sugieren la efectividad de esta técnica; y estudios como Spyral Htn-Off Med y Radiance HTN-Solo, apuntan a notables reducciones en la presión arterial tras la denervación.
Adicionalmente indicó que otros estudios demuestran: "Que este efecto se mantiene durante tres años con la técnica de radiofrecuencia. La presión sistólica puntual se cifró en descensos de hasta 20 a 30 mm Hg e incluso hay registros a cinco años. También se vio que el efecto conseguido se mantiene durante las 24 horas del día y en diferentes subgrupos se mostró eficaz, con independencia del número de fármacos que tomara el paciente en el momento de practicar la denervación".
A su vez, menciona que el estudio español de SEH-Lelha, aún no publicado, indica que, si se reduce la presión arterial sistólica entre 5 y 6 mm Hg mediante la denervación renal, el riesgo de eventos cardíacos graves disminuiría en 10 años, y estima que, para valores específicos de presión sistólica, los costos por beneficio son favorables, estando por debajo de ciertos umbrales de costo-efectividad.
Hipertensión refractaria
En el Congreso de la Salud Cardiovascular, SEC 2023, se presentó una discusión médica sobre las opciones para pacientes con hipertensión refractaria. Mientras algunos expertos defienden un enfoque puramente médico, otros consideran la denervación renal como una alternativa prometedora.
La Dra. Miriam Sandín, cardióloga del Hospital General Universitario de Alicante, defendió la importancia de identificar la verdadera hipertensión refractaria, por lo que indica que, es crucial detectar posibles lesiones en órganos vitales o condiciones adicionales, a su vez apunta a que la aparente resistencia puede ser solo falta de un tratamiento efectivo.
Y recordó que la hipertensión arterial refractaria es aquella con cifras por encima de los 140/90: "La cual se confirma con monitoreo de presión arterial, cuando se hace esto la hipertensión arterial refractaria se presenta en menos del 5 % de los casos, pero tienen un mayor riesgo de daño orgánico, de deterioro de la enfermedad renal y complicaciones cardiovasculares prematuras", y es más frecuente en mayores de 75 años, hombres, etnia africana, personas con obesidad, consumidores altos de alcohol y sodio, pacientes con bajos ingresos y depresión.
Opciones terapéuticas para la hipertensión
La Dra. Sandín destacó la importancia de la identificación precisa, el cumplimiento terapéutico y la exclusión de hipertensión secundaria, por lo que, para su manejo, sugiere una terapia triple inicial con ciertos medicamentos, pasando a cuádruple si es necesario. Según el ensayo PATHWAY-2, la espironolactona, es uno de los fármacos más efectivos, superando a doxazosina y bisoprolol con un marcado descenso de la presión arterial y mínimos efectos secundarios.
Por otro lado, menciona que fármacos como la finerenona y exarenona, prometen efectividad en la reducción de la presión arterial sistólica y diastólica. Además, otros medicamentos en fase de investigación, como el inhibidor de síntesis de aldosterona, muestran resultados prometedores y destacó el papel de GLP-1 en la reducción moderada de la hipertensión sin afectar la frecuencia cardíaca y los SGLT2 para diferentes casos de hipertensión.
Incluso señaló la viabilidad del sacubitril/valsartán en lugar de los antagonistas del receptor de la angiotensina 2, para mejorar el control de la presión arterial y la función cardíaca en la hipertensión arterial refractaria.
De tal forma, que estos avances farmacológicos prometen expandir las opciones terapéuticas y mejorar la gestión de esta condición médica.
¿Aplicar o no denervación?
Ante estas indicaciones los especialistas apuntan a resolver preguntas clave como ¿cuándo aplicar la denervación?, ¿cómo identificar a los verdaderos candidatos? y ¿cuáles son las alternativas terapéuticas más efectivas?
El tratamiento de la hipertensión refractaria es un desafío continuo. La denervación renal se presenta como una opción sólida, pero aún hay áreas por explorar y clarificar para determinar su eficacia a largo plazo y su comparación con la farmacoterapia intensificada.
En última instancia, la denervación renal y los nuevos fármacos emergentes abren puertas hacia un tratamiento más efectivo para la hipertensión resistente, pero aún queda por definir su alcance, eficacia y aplicación óptima en el panorama médico actual.
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