Picazón, dolor y piel enrojecida: síntomas de la dermatitis atópica

Esta enfermedad de la piel, crónica y muchas veces detectada desde la infancia, puede potencialmente limitar la calidad de vida de quienes la padecen.

Redacción MSP

    Picazón, dolor y piel enrojecida: síntomas de la dermatitis atópica

    La dermatitis atópica es una enfermedad cutánea autoinmune que afecta a una proporción significativa de la población mundial. Aunque su debut suele ocurrir durante la infancia, especialmente en los primeros seis meses de vida, también puede manifestarse en edades avanzadas.

    Los síntomas:  

    Los síntomas pueden variar según la persona y la extensión de las lesiones, pero suelen incluir piel seca, picazón intensa, erupciones, enrojecimiento e inflamación. 

    Las Lesiones cutáneas pueden presentarse en diversas zonas del cuerpo, como:

        - Cara

        - Cuero cabelludo

        - Orejas

        - Dorso de las manos

        - Extremidades

    En casos graves, la piel puede agrietarse y presentar zonas engrosadas, y la constante necesidad de rascarse puede empeorar los síntomas, afectando áreas sensibles del cuerpo.

    Una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a todas las edades

    Según Esther Serra Baldrich, médica adjunta del Hospital de Sant Pau, "la dermatitis atópica afecta a personas de todas las edades, pero es especialmente común en niños"

    - Afecta al 15-20% de los niños y al 1-3% de los adultos mundialmente.

    - Un 20-30% de los casos son graves.

    La experta atribuye el desarrollo de la enfermedad a la interacción de factores genéticos, ambientales e inmunológicos. Además, Serra sugiere que "ha habido un aumento de casos en los últimos años, debido tanto a mejoras en el diagnóstico como a un posible incremento relacionado con el desarrollo económico de los países". 

    La batalla contra el espejo

    La piel es el órgano más extenso del cuerpo, y también uno de los más visibles, de forma que las enfermedades que la afectan quedan expuestas a los ojos propios y ajenos. 

    Más allá de lo físico, los efectos de la dermatitis atópica se extienden a muchos aspectos de la vida cotidiana, y pueden afectar gravemente la salud mental de los pacientes por lo que expertos plantean que la dermatitis atópica necesita visibilidad para combatir la incomprensión social. 

    A pesar de su alta prevalencia, la dermatitis atópica es mal entendida, tanto en la sociedad como en el ámbito sanitario, pues la enfermedad tiene un impacto significativo en pacientes y familiares, especialmente en casos moderados o graves, muchos de ellos tienen problemas de baja autoestima y aislamiento social por la gravedad y visibilidad de las lesiones causadas en la piel. 

    La banalidad  y la inadecuada acción en este tipo de situaciones puede causar depresión, desesperanza, desconfianza en el sistema sanitario y hasta un sentimiento de no ser tomados en serio por parte de los pacientes, por lo que es  crucial abordar este desafío para mejorar la calidad de vida de los afectados.

    Para muchos, contar con un espacio para compartir experiencias es clave para aliviar la carga emocional, ya que es difícil hablar de los aspectos más duros y el entorno educativo puede ser un aliado para combatir la intolerancia. 

    Por eso, para  Esther Serra, las campañas educativas son fundamentales para sensibilizar sobre esta enfermedad y erradicar la banalización que genera desconfianza en los pacientes. La Asociación de Afectados por la Dermatitis Atópica (AADA) coincide en este objetivo. 

    Fuente consultada aquí. 




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