Si bien es cierto que la inflamación, el brote y las laceraciones de la piel pueden ser provocadas por reacciones alérgicas o dermatitis, no debemos descartar la posibilidad de diagnosticar psoriasis.
En Puerto Rico, se estima que, por lo menos, entre 35.000 a 100.000 personas padecen de psoriasis. Generalmente, esta condición compromete las palmas de las manos, las plantas de los pies, las uñas, la semimucosa labial y/o la mucosa genital; esto depende de las manifestaciones y el tipo de psoriasis que se desarrolle.
Adicional a esto, estudios han demostrado que los pacientes con esta condición tienen más probabilidad de ser diagnosticados con otras condiciones como depresión, Enfermedad de Crohn, Síndrome Metabólico, uveítis, algunos tipos de cáncer y algunas modalidades de artritis; de hecho, la literatura médica afirma que entre un 10% y un 30% de los pacientes con psoriasis, desarrolla artritis psoriásica.
Con base en los datos de prevalencia de esta condición en la isla, la Revista de Medicina y Salud Pública conversó con la Dra. Damaris Torres Paoli, actual presidenta de la Sociedad Dermatológica de Puerto Rico, con el objetivo de profundizar en los principales criterios diagnósticos de esta condición.
Lo cierto es que la psoriasis no se presenta igual en todos los pacientes, de esto dependen muchos factores entre los cuales cabe destacar, en primer lugar, el tipo de esta condición que desarrolle, “por ejemplo, podemos tener pacientes con psoriasis solamente en el cuero cabelludo que también son diagnosticados con algún cuadro de artritis”, expresó.
Un punto importante para la experta, inicia desde la consulta al médico primario, pues asegura que el profesional de esta área debe tener claras las lesiones típicas de esta patología, como las placas rojizas con escamas, y las zonas del cuerpo donde surgen.
“Cuando los pacientes van a los consultorios médicos con cuadros similares en los que también hay descamación de la piel, se debe sospechar que esas manifestaciones pueden ser desencadenadas por efectos adversos a algunos medicamentos o alguna alergia. Pero también, se debe pensar en la posibilidad de que ese paciente tenga psoriasis.
La experta añadió que la psoriasis tiene muchas variantes, entre las que se ubican: psoriasis en placa, que se caracteriza por las placas en codos, rodillas, la espalda, entre las nalgas, en el ombligo; la psoriasis en gota que usualmente ocurre después de una infección por estreptococo y también se puede ver en niños. La psoriasis inversa, por su parte, tiende a salir en las áreas típicas como los codos, debajo de los senos, entre pliegues o en las axilas.
“Muchas veces la psoriasis inversa se trata como si fuera un hongo, porque se presenta en áreas de calor y de sudor, por lo tanto la gente piensa que es cándida. Sin embargo, cuando inicia el tratamiento con antifungales, el paciente no va a percibir una mejoría”, explicó. “En la psoriasis inversa, no necesariamente se ven las escamas plateadas en la piel, pero sí se ven placas rojizas que causan mucho ardor o picazón en estas zonas de pliegue”.
Otra de las áreas en las que se desarrolla la psoriasis y puede generar gran confusión, justamente es en las uñas, pues al igual que la psoriasis invertida, la variante ungueal puede simular hongos debido a las “picaduras” sobre la capa externa, o a la sensación de que se tiene aceite debajo las uñas.
“El primer paso es la observación y la evaluación; es prudente preguntarle al paciente sobre sus manifestaciones”, añadió. “Hay pacientes que pueden tener psoriasis palmoplantar, pero se confunde con dermatitis de mano, dermatitis dishidrótica o una reacción alérgica”.
Hay pacientes que debutan con la condición, pero por lo general, el historial familiar también juega un papel importante, por lo que es importante considerarlo a la hora de brindar un diagnóstico al individuo.
Diagnóstico y tratamiento de la psoriasis
A pesar de que, a simple vista el especialista determine que el cuadro clínico corresponde a la psoriasis, es necesario realizar una biopsia para descartar otras patologías como linfoma de piel (un tipo de cáncer cutáneo).
Ahora bien, una vez el paciente es evaluado por el médico primario, recibe esteroides tópicos debido a que las lesiones cutáneas responden favorablemente a estos elementos, sin embargo, cuando no hay una mejora de los síntomas, el paciente es remitido con un dermatólogo para poder recibir un diagnóstico.
“Para el tratamiento de la psoriasis, se utilizan esteroides tópicos. Ahora hay más cremas derivadas de la vitamina D que también funcionan, y hay profesionales que pueden recomendar esteroides intramusculares”, mencionó. “Esta última opción es más bien peligrosa, porque una vez se controlan los síntomas de la psoriasis, puede haber un rebrote y existe la posibilidad de que el paciente desarrolle psoriasis pustular”.
Cuando la psoriasis se encuentra en etapa de moderada a severa, suele tratarse con biológicos. No obstante, la experta manifiesta que, para poder iniciar este tipo de tratamientos con determinado paciente, es necesario que este realice algunos exámenes como laboratorios, placas de pecho y descartar antecedentes de hepatitis; también es necesario monitorear los avances del tratamiento, evaluar los posibles efectos secundarios y poder brindar la información necesaria al paciente, a la familia y al entorno.
“Hay que educar al paciente; el médico primario debe darle a esa persona la esperanza de que, si bien la psoriasis no tiene cura, sí se puede tratar y se puede controlar”.
Hay pacientes que fueron diagnosticados con artritis seronegativa, es decir, que no les son detectados los anticuerpos antipéptido cíclico citrulinado (anti-CCP), o factor reumatoide, en la sangre, que al parecer no tenían psoriasis. Sin embargo, es necesario que el profesional de la salud realice un examen exhaustivo porque sí pueden desarrollarla en algún trozo de piel: “Entre más rápido podamos diagnosticar la psoriasis, mejor será la respuesta al tratamiento”.
Además de la piel, la psoriasis puede causar la inflamación de otros órganos del cuerpo como el corazón (especialmente de las arterias coronarias), aumentando el riesgo de padecer infartos.
Otra de las alertas que enciende la Sociedad Dermatológica de Puerto Rico, es en cuanto al incremento de pacientes diagnosticados con depresión desencadenada por la psoriasis: “Es importante que los pacientes sepan que cuentan con el apoyo de los profesionales de la salud mental como psicólogos y psiquiatras, porque efectivamente, esta es una enfermedad que los afecta emocionalmente”, concluyó la presidenta.
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