Estos procedimientos han suscitado una incógnita en torno a cómo afecta la conciencia y la percepción sensitiva.
Un estudio liderado por investigadores del Instituto Picower para el Aprendizaje y la Memoria del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), proporciona pruebas de que la conciencia depende de una comunicación sincronizada a través de la corteza cerebral y que el propofol, un anestésico común, interrumpe este proceso.
La importancia de la comunicación cortical
El estudio, publicado en el Journal of Cognitive Neuroscience, destaca la importancia de la comunicación adecuada en la corteza cerebral durante la anestesia.
"Lo que este estudio muestra es que la corteza no está en la misma página. La información llega a la corteza y solo se registra en áreas sensoriales primarias, por lo que simplemente no llega al resto de la corteza. Debido a la anestesia, sólo llega a una parte del camino", mencionó el autor correspondiente del estudio, Earl K. Miller, profesor Picower en el Departamento de Ciencias Cognitivas y Cerebrales del MIT.
Los investigadores observaron que, a pesar de la anestesia, los sonidos y las sensaciones táctiles aún activaban áreas sensoriales en la corteza. Sin embargo, esta actividad no lograba extenderse a otras regiones corticales, indicando una desconexión parcial dentro de la corteza cerebral durante el estado anestesiado.
Coordinación de actividades corticales
Por otro lado, el coautor principal, Emery N. Brown, resalta la implicación del estudio, sugiriendo que: "el estudio sugiere que la conciencia requiere coordinación de actividades entre regiones corticales. Simplemente activar una o más de estas regiones no es suficiente".
Aplicaciones clínicas y futuras investigaciones
Asimismo, el autor principal del estudio, John Tauber, enfatiza la relevancia para la atención anestésica, destacando la necesidad de monitorear activamente el cerebro durante la anestesia.
"Esperamos que nuestro artículo resalte aún más la importancia de monitorear activamente lo que sucede en el cerebro durante la anestesia. Los estudios futuros en esta dirección nos ayudarán a desarrollar indicadores claros de si un paciente todavía está procesando información sensorial. Esto permitiría a los anestesiólogos ajustar la dosis del fármaco y evitar que se produzca la conciencia intraoperatoria", apuntó.
Detalles del procedimiento y resultados
Para llevar a cabo el estudio, se utilizaron electrodos para medir la actividad cerebral en diferentes áreas corticales antes y después de administrar propofol a sujetos animales. Para ello, los investigadores seleccionaron las áreas de la corteza para representar su continuo jerárquico de funciones desde la sensación inicial (STG) hasta niveles cada vez más altos de cognición (PFC).
Ante lo que hallaron que: "Durante ambos estados de conciencia, los animales experimentaron estímulos específicos: dos tonos de audio, uno de ellos solo y otro combinado con una bocanada de aire en la cara. En el estado despierto, dicha estimulación produjo un aumento en todas las áreas corticales en la actividad de frecuencia alfa/beta. STG también mostró un fuerte aumento en las oscilaciones de mayor frecuencia. La respuesta cambió drásticamente bajo la anestesia. Si bien la respuesta de frecuencia alfa y beta disminuyó en STG, prácticamente desapareció en todas las regiones corticales superiores".
Por su lado, Tauber expresó que: "Esperábamos ver una pérdida más gradual de respuestas e información. La caída en las respuestas durante la anestesia desde la corteza auditiva a la corteza asociativa fue sorprendente".
Desafíos y preguntas pendientes
El análisis reveló que la sincronización de la actividad neuronal entre las regiones corticales disminuyó durante la anestesia. El siguiente paso es comprender cómo el propofol induce esta supresión de la comunicación cortical.
Ante lo que a Miller le surgieron dudas como: "¿Qué tienen estas dinámicas cambiantes que bloquean el flujo de información a través de la corteza cerebral? o ¿Cuál es el viento en contra que hace retroceder esa información sensorial y la mantiene en la corteza sensorial?"
Finalmente, Tauber añadió que: "El equipo observó el procesamiento sensorial sólo cuando estaban seguros de que los animales estaban completamente inconscientes. Podría ser informativo estudiar cómo cambia el procesamiento sensorial durante la transición de la vigilia a ese estado completamente inconsciente".
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