La charla con la experta dejó claro que una alimentación consciente y equilibrada no solo beneficia nuestra salud física, sino que también tiene un impacto profundo en nuestra salud mental, mantener un cerebro saludable y un estado de ánimo equilibrado.
En una conferencia reciente llevada a cabo en Plaza Salud, un espacio para la promoción de la salud pública, organizado por la Revista MSP; se discutió el papel fundamental de la alimentación en la salud mental, ahondando en cómo la dieta influye en el funcionamiento del cerebro y, por ende, en nuestro estado de ánimo. La Dra. Rosaly Cartagena, nutricionista y psicóloga, subrayó la importancia de una nutrición adecuada para mantener un cerebro saludable y optimizar su rendimiento.
"Nuestro cerebro siempre está encendido, es como un auto que sin gasolina no funciona", explicó la experta. "El tipo de alimentos que proveemos a nuestro cerebro va a determinar su funcionamiento. El cerebro está todo el tiempo utilizando energía, está activo, está gastando calorías constantemente".
Un punto crucial discutido fue cómo una dieta alta en azúcares puede tener efectos negativos en nuestro estado de ánimo. "Estudios evidencian que dietas altas en azúcares provocan inflamación en nuestro cerebro", explica. "Además, se ha evidenciado una estrecha relación con trastornos de salud mental como la depresión y la ansiedad", indicó la especialista.
Para contrarrestar estos efectos negativos, se debería adoptar una dieta rica en frutas y vegetales. "Así que la recomendación es que en nuestra dieta diaria, nosotros utilicemos una diversidad de frutas y vegetales. Mientras más intenso el color de esa fruta y de ese vegetal, más rico va a ser en vitaminas y minerales.", afirmó.
Se destacó que los arándanos, las fresas y otros berries mejoran la memoria y la función cerebral debido a sus altos niveles de antioxidantes. "Algunos ejemplos de frutas que podemos incluir en nuestra dieta son los arándanos, son ricos en antioxidantes y mejoran nuestra memoria y función del cerebro", dice.
Por otro lado, "en los vegetales, podemos encontrar la espinaca, que tiene ese color verde intenso y es rico en vitamina K y antioxidantes que contribuyen a la salud del cerebro", entre otros.
El zinc y el magnesio son minerales esenciales que desempeñan un papel crucial en la salud y el funcionamiento del cerebro. La experta resalta que "hay una estrecha relación entre el magnesio, zinc y otros minerales con el estado de ánimo".
El zinc es fundamental para la función neuronal y la plasticidad sináptica, que es la capacidad del cerebro para adaptarse y reorganizarse. Esta plasticidad es esencial para procesos cognitivos como el aprendizaje y la memoria. Además, el zinc regula varios neurotransmisores, los mensajeros químicos del cerebro, incluyendo el glutamato y el GABA, que son cruciales para la comunicación entre las neuronas. La regulación adecuada de estos neurotransmisores es vital para mantener el equilibrio en la actividad cerebral y evitar problemas neurológicos.
Por otro lado, el magnesio también es vital para el cerebro, ya que apoya la plasticidad sináptica y la función cognitiva. Este mineral interviene en la transmisión nerviosa y la actividad neuromuscular, lo que significa que ayuda a las células del cerebro a comunicarse de manera eficiente. La deficiencia de magnesio puede llevar a problemas neurológicos como la ansiedad, la depresión y la confusión.
La especialista señaló la importancia de llevar una dieta que incluya minerales como el zinc y el magnesio no solo para el bienestar en general, sino también para la salud mental. "Una baja ingesta de zinc aumenta la probabilidad de desarrollar síntomas de trastornos del ánimo, como la depresión", dijo, añadiendo entre otras cosas que, las semillas de calabaza, los granos, los frutos secos y el jengibre son excelentes fuentes de zinc.
En cuanto al magnesio, destacó su papel en la plasticidad cerebral y la función cognitiva, mencionando que "el consumo de alcohol, sal, cafeína en exceso, azúcares y antibióticos disminuyen la absorción de magnesio".
La relación entre el sistema digestivo y la salud mental también fue un tema central en la conferencia. "Se dice que el intestino es nuestro segundo cerebro y que un 80% de la serotonina, que es un neurotransmisor asociado con el estado de ánimo, se produce en el intestino", explicó la experta, recomendando el consumo de probióticos como el yogur para mantener una buena salud intestinal y reducir la inflamación cerebral.
De hecho, el consumo de proteínas magras también se mencionó como esencial debido a los aminoácidos que ayudan en la producción de neurotransmisores, los cuales tienen un impacto directo en nuestro estado de ánimo. "Se ha evidenciado que la proteína tiene aminoácidos que ayudan en la producción de neurotransmisores y estos tienen muchas funciones en nuestro cerebro, entre ellas nuestro estado de ánimo.", explicó la especialista. Estos aminoácidos ayudan a producir serotonina y dopamina, que son cruciales para sentirnos bien y mantener una actitud positiva.
Finalmente, la especialista advirtió sobre los alimentos y hábitos que deben evitarse para mantener una buena salud mental. "Se ha visto una asociación entre estados anímicos como la ansiedad y depresión cuando nuestro cuerpo está inflamado. Los alimentos ultraprocesados, las grasas trans y saturadas, el alcohol y la cafeína en exceso inflaman nuestro sistema y afectan nuestra salud mental", concluyó, instando a revisar las etiquetas de los alimentos y optar por productos frescos y naturales.