Al no ser tratada a tiempo, esta enfermedad, puede afectar diferentes órganos del paciente, es una patología que puede llegar a generar diferentes afecciones a nivel de pulmón.
La artritis reumatoide es el tipo más común de artritis autoinmune, que causa hinchazón, rigidez y dolor en las articulaciones. Ocurre en más de un área del cuerpo y los síntomas a menudo son similares, lo que significa que aparecen en ambos lados del cuerpo, como en ambas rodillas y ambos codos.
La artritis reumatoide (AR) puede llegar a ser incapacitante según la progresión de la enfermedad, especialmente si se omite el tratamiento o si se es inconstante en las terapias físicas y farmacológicas.
Al no ser tratada a tiempo, esta enfermedad, puede afectar diferentes órganos del paciente, es una patología que puede llegar a generar diferentes afecciones a nivel de pulmón en donde el proceso inflamatorio puede llegar a desarrollar fibrosis en el pulmón, una condición muy severa e incapacitante que además requiere la atención y el acompañamiento de un neumólogo pulmonar.
En estos casos, los pacientes pueden llegar a desarrollar dependencia de oxígeno para su diario vivir, limitando su calidad de vida. “son pacientes que caminan un pasillo y ya se fatigaron. Es una complicación muy severa muy temida y es de las que queremos evitar”, recalcó en entrevista con la revista Medicina y Salud Pública (MSP) , la especialista en reumatología Amarilis de Jesús.
Por otra parte, los problemas de las coronarias, son otras de las complicaciones que muchas veces llegan a pasar desapercibidas por el mismo paciente.
“El proceso inflamatorio puede dañar las coronarias, las arterias del corazón que alimentan al corazón. Estos pacientes pueden desarrollar problemas de isquemias, infartos al miocardio, y muchas veces son infartos catastróficos, en donde muchas veces terminan con baipás coronario”, indicó.
En la mayoría de los casos la detección en los primeros tres meses de la enfermedad en lo que se conoce como “la ventana del tratamiento”, un periodo en el que se puede lograr que los síntomas con tratamiento puedan remitir o esconderse, más no curar, pues la artritis reumatoide es una enfermedad crónica.
Es importante que el paciente sea evaluado en todos sus órganos y que sea educado en su condición para que entienda la necesidad de prevenir el proceso inflamatorio propio de la enfermedad, ya que al lograr esto, se tiene un control sobre todas las áreas del cuerpo.