Están surgiendo nuevas terapias específicas y cada vez más se cuenta con un armamento más grande contra las enfermedades reumáticas.
Pese a la contracción social y clínica causada por el COVID19 en el mundo, la reumatóloga pediátrica Dra. Elivette Zambrana aseguró que la práctica que ejerce atraviesa un periodo que beneficia directamente a la calidad de vida de esta población de pacientes niños y jóvenes afectados con la condición.
Aseguró que gracias a tecnología detrás de los medicamentos monoclonales que bloquean los linfocitos B producidos por el sistema inmunitario, los bloqueadores anti TNF, y aquellos contra el receptor de la interleucina 6, entre otros, se puede seguir haciéndole frente a estas afecciones que son incapacitantes para la vida de los niños (as) y jóvenes.
“Están surgiendo nuevas terapias específicas y cada vez más contamos con un armamento más grande contra estas enfermedades. Al controlar las enfermedades del niño se reducen los efectos secundarios, el niño puede crecer mejor, tener mejor funcionalidad y ser personas activas. Antes no teníamos estas terapias y teníamos pacientes bastantes descompuestos”, aseguró la también expresidenta de la Asociación de Reumatólogos de Puerto Rico.
Enfatizó que las condiciones reumáticas continúan teniendo una influencia multifactorial en el desarrollo, incluyendo la genética y el ambiente.
“En las condiciones reumatológicas es una herencia multifactorial, lo que quiere decir que uno puede tener un par de niños gemelos y uno desarrollar una condición y el otro no desarrollarla. Tenemos otras cosas en el ambiente que pueden afectar a esa genética. Ejemplo condiciones como la espondiloartritis, que está asociada a un marcador que se llama HLA- B27, y este tipo pueden además desarrollar espondilitis anquilosante o afecciones gastrointestinales como sería el Crohn y la colitis ulcerativa”, explicó la experta.
Por otra parte, aseguró que la investigación científica en el campo dirige sus laboratorios a auscultar el rol de la obesidad ante la sospecha de que sea esta comorbilidad la puerta de entrada hacia un diagnóstico reumático más severo.
“Se ha demostrado que el tejido adiposo o la grasa está activa en el término de hormonas y señales que envía el cuerpo, y en todos estos mensajes puede haber un aumento en las citoquinas que son los mensajeros que tenemos de inflamación y estas citoquinas han sido relacionadas con la artritis y tienden a aumentar además la obesidad”, reveló la doctora.
“La osteoartritis se da en personas con avanzada edad, pero a causa de la obesidad esto ha cambiado y puede padecer a una edad más temprana. Hay estudios que han comprobado que la osteoartritis se puede venir desarrollando desde la niñez si no se tiene un peso ideal”, añadió.
De otra parte, sostuvo que hoy en día el reto de los reumatólogos sigue siendo el que no existe suficiente educación y conciencia sobre estas afecciones para que de esta manera se puedan detectar en estadios más tempranos.
“El reto principal de la reumatología es el desconocimiento de las condiciones ya que no son condiciones no muy conocidas y esto sucede en las condiciones pediátricas, pues todo el mundo asocia estas enfermedades con personas de edad avanzada y desconocen que un niño también puede padecer estas condiciones, por ejemplo la inflamación articular se ve en la población pediátrica, pero uno piensa en artritis y cree que solo lo padecerá una persona mayor”, formuló.
Finalmente, la especialista repasó las condiciones reumatológicas que más están presentes en la población pediátrica.
“Las principales condiciones reumatológicas más comunes siguen siendo en el caso de la parte pediátrica es la lupus eritematoso, la artritis idiopática juvenil, en los adultos estamos hablando de la osteoartritis, artritis reumatoide y el lupus sistémico. Hay muchas más condiciones, pero estas son las condiciones que más encontramos en nuestra práctica”, sostuvo.
“Toda condición crónica necesita ser tratado por una grupo multidisciplinario, ya que no solo es el dolor físico sino también es aprende a vivir con la enfermedad y estar con medicamentos, en el caso pediátrico se tiene que hacer unas adaptaciones en la escuela, posiblemente se hace más difícil para un niño poder entender o explicar a otro niño que no puede jugar por que se sienten mal o incluso no lo quieren decir”, concluyó.