El dolor y la inflamación son síntomas característicos de la artritis reumatoide.
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune inflamatoria, esto significa que el sistema inmunitario del cuerpo afecta por error los tejidos que revisten las articulaciones en lugar de combatir infecciones.
Entre los tipos de enfermedades reumatológicas, este tipo de artritis suele causar algunos signos que la diferencian de los demás tales como :
Es común que esta enfermedad presente un mayor rango de incidencia entre los 30 y 60 años de edad, siendo las mujeres las más afectadas, lo anterior no implica que no afecte a otra población de diferentes edades, sexos y razas.
La Arthritis Fundation afirma que “la causa aún no es conocida, lo que se sabe es que el sistema inmunológico del cuerpo desempeña un factor importante en la inflamación de las articulaciones. El sistema inmune es la defensa del cuerpo contra bacterias, virus y otras células extrañas”.
Lo anterior, deduce que la ciencia aún tiene un amplio campo de estudio en busca o bien de crear los medios que impidan la enfermedad o de la creación de procedimientos que brinden la cura definitiva.
Sin embargo, algunos casos en los que existen antecedentes de familiares, especialmente de primer grado, muchas veces presentan relación con la enfermedad.
Para lograr un diagnostico acertado y oportuno, se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
Existen algunos factores que pueden impulsar que se manifieste la enfermedad, principalmente cuando en una familia existen casos de la patología, esto puede ser un factor de riesgo para otros parientes, principalmente la población adulta tiende a tener esta condición y predomina en mayor proporción en las mujeres.
“Los factores genéticos son un riesgo, es una predisposición de la enfermedad, pero no en todo el mundo se va a manifestar, los picos de edad son en la tercera y cuarta décadas, sin embargo, podemos ver en personas de 70 y 80 años, también se puede ver en niños donde le cambiamos el nombre se llama artritis idiopática juvenil, se va a manifestar diferente, pero también es un problema sistémico, en adultos suele ser más común en mujeres que en varones” explicó la reumatóloga Amarilis Pérez en entrevista para MSP..
El objetivo del tratamiento es disminuir la inflamación propia de la condición que suele generar dolor e incapacidad en quién la padece.
Comúnmente suele iniciarse el tratamiento con analgésicos y antiinflamatorios, sin embargo, es indispensable el acompañamiento de un grupo médico multidisciplinario, pues la clave, está en modificar varios aspectos de la vida del paciente con el fin de favorecer su salud, hablando específicamente del estilo de vida, de los hábitos alimenticios y su adherencia a las recomendaciones médicas y al tratamiento que se prepare para él de forma individualizada.