Dr. Santana: "De los pacientes con hepatitis C, un 98% se curan"
Según el infectólogo, Dr. Jorge Santana Bagur, director de la Unidad de Investigaciones Clínicas sobre SIDA (ACTU), habló con la revista Medicina y Salud Pública (MSP), los logros alcanzados contra la enfermedad han conllevado que la meta sea erradicarla para el año 2030, o convertirla en una enfermedad rara.
La hepatitis C es una infección causada por un virus que ataca al hígado y provoca inflamación, el cual, se propaga por el contacto con la sangre contaminada.
Este virus se desconocía y a mediados de los años 90 se nombra como hepatitis, sin embargo, se presentan casos de progresión de enfermedad hepática donde no se identificaban ninguno de los dos virus y fue donde a través de microscopio se identificó el virus y se le dio el nombre de hepatitis C.
Desde entonces, se buscaron alternativas para tratar a los pacientes que puede verse reflejado hoy día en la salud de estos pacientes en Puerto Rico.
En hepatitis C, el infectado desarrolla síntomas como inflamación abdominal, náuseas, desarrollan ictericia, experimentan diarrea y con la administración a tiempo de los tratamientos existentes, la mayoría se cura en un periodo de 8 a 12 semanas. Sin embargo, aquellos que no desarrollan la enfermedad, pero contraen el virus, desarrollan anticuerpos hasta en un 80% de los casos.
Indicó de otra parte que solo el 15 o 20% desarrollan hepatitis B crónico, y en un periodo de 10 o 15 años podrían desarrollar cirrosis, cáncer, trasplante o fallo hepático.
Al ser una condición silenciosa, resaltó que un 75% de las personas infectadas lucen asintomáticas y podrían convertirse en portadores crónicos, y solo alrededor del 15 a 20% desarrollan sus anticuerpos sin ningún problema.
En la actualidad la ciencia cuenta con un armamento contra la hepatitis C de medicamentos y tratamientos para convertirla en una enfermedad rara o potencialmente erradicable.
“Cuando tienes una enfermedad que puedes curar en el 98% de las personas, eventualmente si no hay personas que puedan transmitir la enfermedad en la comunidad, la controlaste y la convertiste en enfermedad rara”, estableció el Dr. Santana.
Lo anterior hace que el objetivo de la Organización Mundial de la Salud en diferentes países del mundo entre el 2025 y el 2030, sea alcanzar la meta máxima de controlarla o erradicarla.
La isla no registra con exactitud el número exacto de personas infectadas por el virus de hepatitis C, por lo que se hace indispensable establecer un control con el fin de facilitar tratamiento oportuno a todos los pacientes.
Sin embargo, el doctor Santana señala que, desde su experiencia profesional y los datos recopilados con algunos colegas, la suma de todos los pacientes no llega a 1000 personas.
“Hoy día en Puerto Rico no contamos con unas cifras exactas y que den a conocer cuál es la situación real de la hepatitis C en Puerto Rico, pero estudios con limitaciones para 2004 establecen una oscilación entre un 2.5 de la población, es decir un promedio entre 40 y 70 mil pacientes hepatitis C positivos … Uno de los estudios identificó que un 80% de las personas tenían anticuerpos de hepatitis C”, detalló.
La hepatitis C es la segunda causa de trasplante de hígado en el mundo entero y el mayor número de casos surge por factores de riesgo tales como:
Personas que usan drogas inyectables o nasales
Especialmente en edades entre los 18 y 34 años, el cual registra ser el grupo poblacional con mayor aumento.
En el año 1982, Puerto Rico inició la vacunación para hepatitis B, y 8 o 9 años más tarde se hizo obligatorio por ley incluirla en el sistema de vacunación puertorriqueño y por ello, la hepatitis B tiene una incidencia por debajo del 1%.
Sin embargo, en la hepatitis C, de acuerdo con el Dr. Santana, algunos médicos por la razón que sea, cuando una persona va al consultorio no le ofrecen practicarse el examen de hepatitis B, C y VIH.
“Acá no hay Hepatitis B crónica como en otros países cercanos como República Dominicana o Haití, así que eso es lo que nos gustaría ver con la hepatitis C”, expresó.
De esta manera se evidencia la importancia de identificar los casos, tratarlos y curarlos, así como la necesidad de seguir las recomendaciones del Departamento de Salud que establecen que toda persona entre los 45 y 65 años que haya nacido entre 1946 y 1964, debe hacerse por lo menos una vez en su vida porque ese es el grupo de baby boomers.
Asimismo, la importancia de cuidarse para prevenir hepatitis C, VIH y otras enfermedades de trasmisión sexual como la sífilis y la gonorrea que han ido en aumento.
Hoy el mundo cuenta con medicamentos de acción directa, que son antivirales sin inyecciones algunas, que acortan el tiempo de tratamiento a 8 o 12 semanas, es decir, que en tres meses el paciente ya está curado.
La mayoría de los pacientes no siente ningún efecto adverso, son tolerables en un gran porcentaje y solo se deben vigilar las posibles interacciones droga a droga, especialmente si está tomando otro medicamento antiviral que pueda generar efectos.
“El que no se ha tratado es porque no sabe que tiene la enfermedad o no ha querido tratarse porque hoy se cuenta con las herramientas para tratarse y lo cubre el plan VITAL. De los pacientes con hepatitis C un 97 o 98% se curan”, concluyó el Dr. Santana.