La Hepatitis C se ha convertido en una amenaza alarmante para la salud pública, convirtiéndose en la causa número uno de enfermedad hepática en etapa terminal y de trasplante de hígado en muchos países
Teóricamente, tanto científica como matemáticamente, la erradicación de la enfermedad es factible, pero requerirá grandes esfuerzos para en primer lugar, diagnosticar a los pacientes que no están conscientes de su infección, así como de un compromiso real de la arena sociopolítica y cultural para lograr este objetivo asignando los recursos necesarios.