La lenalidomida constituye el principal compuesto de los derivados inmunomoduladores de la talidomida con propiedades farmacológicas que incluyen la supresión directa del crecimiento de las células tumorales en cultivo, activación de los linfocitos T y linfocitos citolíticos naturales, supresión de TNF-alfa y de otras citosinas, propiedades antiangiogénicas y estimulación de la diferenciación de las células madre hematopoyéticas.
Dra. María Andrea Hederich Rueda
La lenalidomida muestra actividad tumoral potente en mieloma múltiple recidivante/refractario, síndrome mielodisplásico linfoma no Hodgkin y leucemia linfocítica crónica. Este fármaco causa menos efectos secundarios y carece de la teratogenicidad de la talidomida.
La lenalidomida [3-(4-amino-1,3-dihidro-1-oxo-2H-isoindol-2-yl)-2,6-piperidinediona], es un análogo sintético de la talidomida y hace parte de una clase de compuestos llamados fármacos inmunomoduladores introducidos desde el 2004.
Se absorbe con rapidez después de la administración oral, con concentraciones plasmáticas máximas de 1.5 horas, con una vida media de aproximadamente 9 horas. El 70% de la dosis administrada por vía oral se excreta intacta por vía renal, por ende, es recomendable ajustar la dosis de los pacientes con insuficiencia renal según las cifras de depuración de creatinina.
La lenalidomida posee tres mecanismos antitumorales:
Está indicado en el manejo de: a) Mieloma múltiple recidivante/refractario, b) Mieloma múltiple recientemente diagnosticado en combinación con dexametasona. c) Terapia de mantenimiento después del trasplante autólogo de células madre hematopoyéticas en pacientes con mieloma múltiple. d) Síndrome mielodisplásico. e) Anemia dependiente de transfusiones debido a síndrome mielodisplásico asociado con deleción de 5q. f) Linfoma de células del manto inicial/ recidivante/ progresivo. g) Amiloidosis. h) Linfoma no Hodgkin. i) Linfoma folicular, en combinación con rituximab. j) Linfoma de zona marginal, en combinación con rituximab. k) Linfoma difuso de células B grandes recidivante o refractario, que surge de un linfoma de bajo grado en pacientes que no son elegibles para el trasplante autologo de células madre, en combinación con tafasitamab.
Los efectos adversos encontrados con el uso de la lenalidomida para el tratamiento del mieloma múltiple y los síndromes mielodisplásicos son similares a los presentados para el tratamiento de otras patologías malignas hematológicas.
Debido a sus múltiples efectos inmunomoduladores y mielosupresores, la administración de lenalidomida puede generar varios efectos adversos, en menor proporción en comparación con la talidomida, siendo las toxicidades hematológicas, como la neutropenia (21 – 33%) y trombocitopenia (24 – 67%) con complicaciones hemorrágicas; y las complicaciones tromboembólicas venosas las mas comunes.
Otros efectos adversos son un aumento en la tasa de infecciones, fatiga, edema periférico, rash generalizado, debilidad muscular, neuropatía periférica y alteraciones hidroelectrolíticas.
Dado su efecto teratogénico, que es menor en comparación con la talidomida, esta contraindicada en mujeres embarazadas y es necesario descartar embarazo antes de iniciar la terapia. A su vez, se debe evitar el embarazo durante el tratamiento hasta cuatro semanas después de su finalización.
Debido a la alta tolerabilidad y al perfil de seguridad manejable en pacientes con mieloma múltiple, la lenalidomida ha demostrado ser adecuado para la administración a largo plazo, especialmente cuando se tiene en cuenta que los eventos secundarios o adversos solo ocurren durante el periodo inicial y disminuyen con el tiempo.
La lenalidomida, un agente inmunomodulador de segunda generación, con efectos antitumorales e inmunomoduladores contra el mieloma múltiple y otras patologías malignas hematológicas, ha demostrado ser eficaz y bien tolerado, con beneficios clínicos significativos mejorando la supervivencia general, la supervivencia general libre de progresión y el control de la enfermedad.