Una nueva base de datos de referencia permite implementar medidas en las cadenas ligeras de neurofilamentos.
El uso de las cadenas ligeras de neurofilamentos permite estimar la evolución de la enfermedad y controlar la eficacia del tratamiento en ciertos pacientes con esclerosis múltiple, según un estudio financiado por el Swiss National Science Foundation.
La esclerosis múltiple es una enfermedad del sistema nervioso que afecta al cerebro y la médula espinal, por lo que conocer los daños axonales permite determinar un mejor pronóstico y ajuste del tratamiento.
El doctor Finn T. Sellebjerg y la doctora Melinda Magyari afirmaron que: “En conjunto, los resultados… apoyan el uso de las cadenas ligeras de neurofilamentos como biomarcadores de actividad de la enfermedad y de la efectividad de los tratamientos modificadores de la enfermedad en la esclerosis múltiple. Los datos para las cadenas ligeras de neurofilamentos se deben incorporar en los registros de esclerosis múltiple y podrían ser útiles en la práctica clínica rutinaria”.
Para el estudio se consideraron 5.390 controles europeos y norteamericanos sin enfermedad del sistema nervioso central, para derivación a una base de datos de referencia; 1.313 pacientes suizos con esclerosis múltiple para la base de datos de pruebas y la evaluación de las asociaciones y 4.341 pacientes suizos con esclerosis múltiple para validar los resultados.
Los principales criterios de valoración fueron la evolución de la enfermedad y la respuesta al tratamiento.
Cabe destacar que los neurofilamentos de cadena ligera se van convirtiendo en el biomarcador de daño axonal más relevante en el campo de la neurología, pues, el poder cuantificar este daño es importante para monitorear la respuesta al tratamiento, facilitar el desarrollo de otros tratamientos novedosos y establecer un buen pronóstico.
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