Los ponentes abordaron la importancia del consenso entre paciente y especialista, la evaluación exhaustiva en farmacias especializadas, y la necesidad de cerrar brechas en el sistema de atención médica.
Dentro de las enfermedades inflamatorias del intestino incluyen la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa, ambas con una alta prevalencia en la población puertorriqueña, especialmente en pacientes entre los 15 y 30 años de edad.
Durante el evento ´Empathy RX: Education for healthcare providers´, el Dr. Ahmed Morales, gastroenterólogo especialista; la Dra. Aura Delgado, cirujana colorrectal, Héctor Hernández, PharmD, CSP Pharmacy Director; Suzette Vélez Rivera, PharmD, BCACP, BCGP y la Lcda. Milagros Soto, directora de asuntos clínicos de ASES, llevaron a cabo un pequeño panel dedicado al abordaje de estas enfermedades, y las dificultades que encuentran los pacientes a la hora de acceder a tratamientos.
Definiendo las enfermedades inflamatorias intestinales
Según explicó el Dr. Morales, estas enfermedades aún siguen siendo de causa desconocida. Sin embargo, y a pesar de que no tiene cura, los pacientes cuentan con varias alternativas de tratamiento que les permite llevar una vida normal y sin complicaciones.
"Con los tratamientos que tenemos hoy en día y que han surgido en los últimos años, hemos sido capaces de ver avances grandiosos y potencialmente alteran el historial natural de la condición, mejoran la calidad de vida de los pacientes y pueden llegar a prevenir complicaciones como cáncer de colon, cirugías recurrentes, entre otras".
Y es que justamente, las complejidades derivadas de las enfermedades son las que más requieren intervenciones quirúrgicas, como los abscesos o la formación de pólipos. Por ello, la Dra. Aura Delgado señaló que los procedimientos que más requieren estos pacientes, es la remoción y drenaje de estos tejidos.
"En pacientes con Crohn ´s, lo más común de cirugía abdominal es la ileocolectomia, que consta en remover la porción terminal del intestino delgado, y la porción más proximal del intestino grueso", expresó. "A veces tenemos que hacer incisiones y drenajes, drenajes prolongados mientras que las medicinas hacen su efecto".
Por otro lado, los pacientes de colitis ulcerosa que no mejoran con la terapia farmacológica, que no tengan acceso a los medicamentos, o que simplemente no desean continuar con el tratamiento, pueden optar por una remoción del colon y recto.
"Esto se llama una proctocolectomía total, y en ocasiones hacemos una osteotomía permanente, que no es lo más común, versus hacer una reconstrucción del intestino delgado y hacemos una conexión al ano".
En estos casos, no es necesario un seguimiento farmacológico tras el procedimiento, dado que los pacientes con colitis ulcerosa alcanzan la remisión tras el proceso de recuperación.
Ahora bien, Héctor Hernández explicó que una vez paciente y especialista han acordado el plan de tratamiento, la receta es enviada a una farmacia especializada.
En este punto, se lleva a cabo una evaluación exhaustiva de la información del paciente, que incluye factores como posibles alergias al tratamiento, otros medicamentos en uso, peso, entre otros aspectos relevantes.
"La receta debe incluir el diagnóstico para saber en qué estadio de la condición se encuentra, si el paciente ha utilizado tratamientos previos, la nota clínica y las pruebas de laboratorio que correspondan".
Desde el aspecto farmacéutico, se determina dos puntos importantes: Que el medicamento realmente esté indicado para este paciente, y sea seguro, de ahí que se solicite el historial clínico, para evaluar que haya una necesidad real de ese medicamento en específico, todo el historial de fármacos para descartar interacciones que generen complicaciones potenciales.
"Aunque la medicina del paciente debe ser integral, hay una segmentación de servicios, y no necesariamente en esta situación en la que el paciente se encuentra, tenemos toda la información".
Aún así, son múltiples las dificultades a las que se enfrentan los pacientes a la hora de acceder a los tratamientos. Ante ello, Suzette Vélez, reconoció que existen estrategias que, de implementarse, podrían mejorar la calidad del servicio que se ofrece.
"Cerrar las brechas de acceso, es un trabajo que no solo le corresponde al médico y la farmacia especializada, como comúnmente se cree. El paciente tiene que tomar un rol más activo y participativo", reconoció. De todos modos, "hay un rol fundamental de los planes médicos, la aseguradora, y el manejador de beneficios de farmacia".
Este proceso inicia a través del diseño de un formulario, clínicamente avalado, desarrollar los criterios de pre autorización, pero también es necesario que se eduque al personal encargado de realizar estas autorizaciones para que entiendan la implicación y la importancia que tienen en el tratamiento de los pacientes.
"Esos criterios de preautorización, idealmente, deberían estar públicos para el proveedor", resaltó. "Si el proveedor sabe de entrada cuáles son los criterios que tiene que cumplir, qué es lo que tiene que someter, probablemente sea más eficiente y rápido el proceso y pueden enviar la documentación directa a la farmacia especializada para que se agilice el proceso".
Con la nueva cubierta especial, los pacientes tienen el beneficio de que el gastroenterólogo se convierte en el médico primario. Esto se traduce en agilidad y rapidez en el proceso diagnóstico de tratamiento.
"Toda receta u orden médica que salga de este proveedor, no necesita contrafirma de médico, porque ya la aseguradora automáticamente, lo registra", aseguró la Lcda. Soto. "Abrimos la puerta a crear esta cubierta, porque estos pacientes sufren muchísimo de depresión, ansiedad, vergüenza por su condición".
Ahora, tan pronto la aseguradora recibe la documentación requerida, esta entidad está en la obligación de registrarlo en un plazo de no más de 72 horas. El despacho de los medicamentos, por regulación federal, debe realizarse durante las 24 horas siguientes.
"Todo medicamento bajo plan vital debe ser despachado en 24 horas. La mayoría de ellos, es así. Sin embargo, a la mayoría de medicamentos que requieren autorización, este plazo se puede extender a 72 horas, principalmente, por seguridad".
Aún así, la Lcda. Soto mencionó que los protocolos clínicos de medicamentos son públicos, de modo que si tiene alguna duda al respecto, puede consultar directamente en la página de ASES.