Las enfermedades de las arterias coronarias y en las arterias periféricas se desarrollan de manera similar y, de hecho, los factores de riesgo también guardan relación.
“La población puertorriqueña es propensa a padecer este tipo de enfermedades debido a que la isla presenta un alto porcentaje de personas diagnosticadas con diabetes, alta presión arterial, enfermedad de fallo renal y obesidad”, así lo aseguró el Dr. Rafael Santini, cirujano endovascular del Centro Médico Episcopal San Lucas.
El especialista explicó que, debido al bajo aporte de nutrientes y oxígeno contenido en la sangre, el paciente puede presentar dolores asociados al bajo flujo sanguíneo, úlceras, dolor en el pecho y, en los casos más graves, gangrena.
Adicional a esto, el galeno mencionó que la población puertorriqueña es propensa a padecer este tipo de enfermedades debido a que la isla presenta un alto porcentaje de personas diagnosticadas con diabetes, alta presión arterial, enfermedad de fallo renal y obesidad. Resalta, también, la propensión a la que están expuestas la población masculina, y aquellas personas que fuman.
“En los Estados Unidos se estima que 10 millones de personas padecen de enfermedades periferoarterial. De un 40% al 60% de pacientes con enfermedades de las arterias de las piernas tiene también enfermedad de las arterias del corazón y pueden tener enfermedad de las arterias carótidas del cuello”, aseguró el especialista.
Los expertos señalan que la causa principal de este tipo de afecciones se debe a la obstrucción de las arterias por la acumulación de grasa, disminuyendo así el flujo sanguíneo.
Intervención y tratamiento
En cuanto al tratamiento, el Dr. Santini aseguró que existen unas indicaciones claras mediante las cuales se le ofrece al paciente la intervención a realizar: “Contamos con diferentes herramientas como cirujanos vasculares, intervenciones endovasculares que son poco invasivas a través de pinchazos sin tener que hacer ningún tipo de incisión y hacemos angioplastias”, señaló, “en el centro médico San Lucas tenemos acceso a todos los equipos que están disponibles en Estados Unidos de cualquier centro médico grande. En cuanto a la disponibilidad de los pacientes, usualmente, es bastante accesible independientemente del plan médico.”
En los casos en los que esta técnica no se puede realizar de manera mínimamente invasiva, son recomendables procedimientos abiertos como el bypass que funcionen como puente para llevar el flujo sanguíneo de un lugar a otro ininterrumpidamente si hay una obstrucción de las arterias.
Posibles complicaciones
La complicación más riesgosa de este tipo de enfermedades consiste en la amputación de la extremidad, que a su vez conlleva más complicaciones subyacentes, destacándose el alto riesgo de mortalidad. “Se trata de evitar una amputación, no solo para preservar el estilo de vida del paciente, sino que tratamos de prevenir que el paciente fallezca durante el primer año”.
El experto también asegura, que este procedimiento tiene un pronóstico de vida similar al que recibe un paciente diagnosticado con cáncer de colon o mama.
El riesgo para fumadores
El tabaquismo es uno de los vicios más dañinos y los pacientes que fuman o fumaron están más expuestos a padecer enfermedades relacionadas a las arterias del cuerpo independientemente de su localización. “Los cigarrillos tienen unas sustancias inflamatorias que promueven la acumulación de placas de grasa en vasos sanguíneos. Aumenta la formación de trombo agudo, infarto, isquemia en extremidades inferiores y déficit neurológico”, afirmó el Dr. Edgardo Bermúdez, cardiólogo intervencional y director del Instituto Cardiovascular.
Prevención secundaria
El cuidado por parte del paciente debe velar por la utilización de medicamentos apropiados para control de colesterol y de la presión arterial, cambiar estilo de vida, llevar una dieta baja en sal y en especial, hacer ejercicio todos los días.
“En el aspecto cardiovascular nosotros utilizamos prótesis endovasculares que se llaman stent o mallitas, como normalmente se conocen. Este tipo de medicamentos que se utilizan para tener una arteria abierta, requieren de una acción antiplaquetaria con uso de aspirina o de los otros antiplaquetarios”, explicó el Dr. Bermúdez.
Es importante que el tratamiento se lleve a cabo por lo menos durante 3 a 12 meses, dependiendo del tipo de prótesis que se utilice. Una vez retire el antiplaquetario dual, la terapia con aspirina debe continuar prácticamente toda la vida.
“Un paciente que ya se considera como un paciente que debe tener prevención secundaria es sumamente importante el uso de la aspirina, porque sí, los beneficios exceden los riesgos de un sangrado”, aseguró el Dr. Bermúdez.
Vea la entrevista completa: