El acceso a medicamentos para quienes viven con VIH y la profilaxis previa a la exposición (PrEP) para personas en riesgo, son herramientas imprescindibles en la ruta hacia la erradicación de nuevos contagios.
En una entrevista con Carlos Alexis Lugo, editor en jefe de la revista Medicina y Salud Pública, Pedro Julio Serrano, paciente de VIH y activista defensor de los derechos de las personas que viven con VIH, compartió su perspectiva sobre los avances y desafíos que enfrentan actualmente los pacientes de VIH en Puerto Rico, especialmente en un contexto donde la atención al tema parece disminuir en los medios y políticas públicas.
La conversación se dio en el marco del Día Mundial del SIDA, un momento importante para reflexionar sobre los avances, pero también sobre las barreras sociales, políticas y de estigma que aún persisten.
Puedes ver la entrevista completa aquí.
Inicialmente, Pedro se refirió a que es trágico y decepcionante que "la cobertura mediática y la atención del gobierno no sea la que debe tener el VIH". Añade que, "si nosotros buscamos la manera de tener medidas preventivas y tengamos acceso completo, no tan solo a medicamentos sino a educación", se podría acabar con la epidemia.
En palabras del activista, "nosotros tenemos en nuestras manos el fin de la pandemia". Explica qué, "sí logramos que todas las personas que vivimos con VIH estemos en tratamiento y seamos indetectables, no podemos transmitir el virus".
Pedro sugirió que no es necesario esperar por una cura para erradicar el VIH: "no necesitamos una cura, aunque obviamente sería extraordinario, pero tenemos las herramientas".
Recursos como los medicamentos para las personas que viven con VIH y la profilaxis previa a la exposición (PrEP) para aquellos en riesgo, son fichas claves que nos estarían encaminando al fin de estos contagios.
"Así que por eso es que hacemos esta lucha, por eso es que visibilizamos nuestras vivencias como personas que vivimos con VIH, para destacar de que tenemos las herramientas y lo que tenemos es que tener el compromiso de hacerlo y la voluntad".
Uno de los puntos clave en la conversación fue el estigma persistente que enfrentan estas personas. Aunque el tratamiento ha avanzado significativamente desde los años 80, el estigma y la discriminación sigue siendo un obstáculo insidioso y arraigado.
Pedro mencionó que, a pesar de la evidencia científica que demuestra que una persona indetectable no puede transmitir el VIH, la sociedad sigue señalando a estas personas con culpa y prejuicios.
"Todavía hay mucha culpa detrás de todo eso, como si vivir con VIH fuera a tener algo que fuera a amenazar a otras personas, cuando la realidad es que tenemos las herramientas para que una persona que vive con VIH, que está en tratamiento, que es indetectable, no transmita el virus".
En cuanto a la situación específica en Puerto Rico, el activista mencionó un cambio importante en el sistema de provisión de medicamentos para las personas que viven con VIH, lo cual ha suscitado incertidumbre entre los pacientes.
La transición del sistema ADAPT al MDRP ha sido percibida como una gran barrera que pone en riesgo la salud de miles de personas en la isla. Según Pedro, el sistema ADAPT había demostrado ser eficiente durante más de 15 años, y su modificación podría resultar en un acceso limitado a los tratamientos imprescindibles.
"La barrera gubernamental más terrible que tenemos en este momento es que para las casi 8.000 personas que vivimos con VIH, que están en el plan vital, ahora mismo se cambió el sistema de provisión de medicamentos y nosotros estamos pidiendo al gobierno que mantenga el que nos ha funcionado bien por más de 15 años, que es el sistema de ADAPT", dijo.
De hecho, el activista rememora los inicios de la epidemia, cuando el estigma y el abandono eran tan letales como la enfermedad misma.
"Vi amigos morir por la ineficiencia del gobierno y el odio hacia nuestra comunidad. Nadie debería perder la vida por falta de acceso a tratamientos o por el rechazo de la sociedad", dice.
Por eso, recalca que es de vital importancia que el gobierno tome decisiones acertadas y estratégicas para garantizar el acceso a medicamentos y proteger la vida de personas que viven con VIH, además, esto acompañado de una estrategia de sensibilización y educación, nos haría estar más cerca de que todos reciban un tratamiento y se deje de transmitir el virus.
En el mismo contexto, Pedro mencionó el logro histórico del país al erradicar la transmisión del virus de madre a hijo, un esfuerzo liderado por la Dra. Carmen Zorrilla y otros expertos.
"Puerto Rico es un ejemplo mundial; ya no nacen niños con VIH en nuestra isla, y esto lo podemos replicar en cualquier parte del mundo", afirma, mientras hace un llamado a extender estos avances a más lugares del mundo.
Finalmente, compartió con todos los espectadores de la Revista MSP, que el VIH le enseñó a vivir con propósito y a vencer el miedo. "En aquel entonces, cuando me enteré en 1994, pensé que era una sentencia de muerte, pensé que me iba a morir. Así que empecé a vivir como si estuvieran mis días contados", explica.
"Por eso, me dediqué a educar, a empoderar, a luchar y sobre todas las cosas, a vivir. Yo pensé que si me iba a morir".
Su historia de vida, así como las de otras personas, marcada por la resistencia, es un llamado a la acción para gobiernos, comunidades y personas, recordándonos que con amor, educación y políticas justas, es posible cambiar el panorama del VIH no solo en Puerto Rico, sino en todo el mundo.