“Muchos pacientes se quedan en sus clínicas locales y no cuentan con los recursos para ser diagnosticados con la condición” afirmó el Dr. Juan Marqués Lespier.
Las enfermedades inflamatorias del intestino como Crohn o colitis ulcerativa no tienen una cura definida, tampoco se pueden prevenir y cambian de forma drástica la vida del paciente debido a las múltiples complicaciones y síntomas que presenta.
Pese al panorama, el Dr. Juan Marqués Lespier, especialista en enfermedades gastroenterológicas, afirma que el diagnóstico temprano de este tipo de condiciones puede impactar en la calidad de vida de los pacientes y allí la función de los médicos primarios es fundamental. “Si el médico primario entiende que el paciente necesita una evaluación con el gastroenterólogo, puede hacer un referido rápido para diagnosticarlo a tiempo”.
También indica que son muchos los pacientes que no acuden al especialista, ya sea por la falta de recursos o porque “algunas veces ignoran los síntomas creyendo que es algo pasajero”, por lo que enfatiza en uno de los retos más grandes de esta área: la educación, es decir concienciar a los pacientes y la comunidad en general sobre las enfermedades inflamatorias del intestino, “uno de los problemas más grandes es llevar la información a los pacientes”, agregó.
Los síntomas que presentan son: dolor abdominal continuo por más de tres meses, diarreas líquidas con sangre, pérdida de peso que no está causada por ninguna dieta o ejercicio, y en el caso de la población pediátrica, se puede evidenciar una perdida en el crecimiento. “Eso es importante saberlo porque muchas veces pensamos que los niños tienen algún tipo de reacción a alguna comida, y no estamos viendo que a lo mejor puede haber algo más allá”, agregó.
La prevalencia de estas condiciones va en aumento en Puerto Rico y el mundo entero, tanto en hombres como mujeres. Al respecto, el especialista señala que “unos estudios del 2005, indicaban una incidencia de casi 18 pacientes de EII por cada 100 mil habitantes en Puerto Rico, para el 2013, el estudio se retomó y vimos un aumento de casi cuatro veces el número”. Por otro lado, en los EE.UU., se estima que hay tres millones personas diagnosticadas.
“En nuestra experiencia clínica sabemos que los pacientes que llegan son cada vez más, con enfermedades de leve hasta severa y muchos de ellos requiriendo cirugía. Es una condición que está en aumento” recalcó.
Fisiopatología de la Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerativa
Las enfermedades inflamatorias del intestino son enfermedades cuya causa no se conoce, y se caracterizan por presentar una respuesta inmunológica descontrolada hacia el intestino. Las patologías más comunes son: enfermedad de Crohn y colitis ulcerativa.
“En el caso de la enfermedad del Crohn es una enfermedad que ocurre desde la boca hasta el ano y puede afectar otros tejidos gastroenterológicos, en el caso de la colitis ulcerativa se va a limitar al colon que es el intestino grueso, comienza en el recto” explicó el Dr. Lespier.
Usualmente, la mayoría de pacientes presentan la EII a una edad temprana, sin embargo, el especialista indica que en el caso de Crohn, evidencian que los pacientes son jóvenes, y se encuentran en edades menores de 20 años, esto incluye las etapas de la adolescencia y adultez temprana.
También, los pacientes pueden tener alguna alteración en sus laboratorios de rutina, por ejemplo: pueden tener anemia, la química un poco alterada o alguna disminución en la albúmina del cuerpo y “esos son signos y síntomas que nos van dejando saber que hay un problema en el intestino”.
Para el especialista, los avances de la medicina han permitido demostrar que cuando se diagnostica a tiempo la enfermedad inflamatoria intestinal y se empieza un tratamiento adecuado, el paciente puede llevar una vida totalmente plena. Además, resalta la variedad de medicamentos para el tratamiento, desde orales hasta intravenosos o subcutáneos, garantizando la calidad de vida de la persona.
También reconoce que la salud mental influye en gran medida en el éxito del tratamiento: la remisión, debido a que son múltiples los pacientes y más de edades tempranas quienes enfrentan todo tipo de situaciones y cuestionamientos que ponen en riesgo su estabilidad emocional, por lo que enfatiza en la importancia de brindar un acompañamiento multidisciplinario en todo el proceso, además de involucrar a la familia y allegados.
“El gastroenterólogo es quién diagnostica y trata la enfermedad, pero debemos tener con nosotros un cirujano, porque en el caso de la enfermedad de Crohn, ? partes de los pacientes van a requerir algún tipo de cirugía”.
Asimismo, añade que “necesitamos un nutricionista y un psicólogo o psiquiatra para ayudar en la parte emocional, el ajuste del estilo de vida y el uso de medicamentos, pero también como poder expresarse, porque sabemos que este tipo de enfermedad causa una carga emocional adicional que es la vida común del paciente y es importante un psicólogo que lo ayude a caminar ese proceso”.
En este sentido, afirma que cuando hay una situación de estrés, los síntomas del paciente se pueden exacerbar, por lo que tienen que tener en cuenta el factor emocional.
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