La comunicación efectiva entre el especialista y el paciente con artritis reumatoide puede hacer la verdadera diferencia en el tratamiento.
La artritis reumatoide es el segundo tipo de artritis más común en Puerto Rico, la enfermedad reumática se encuentra entre las principales condiciones crónicas que padece la población.
Tanto la prevalencia como la incidencia de la artritis reumatoide continuarán aumentando y a la par se van descubriendo nuevas técnicas para diagnosticarla de forma temprana y tratarla con mayores posibilidades de remisión.
Hoy en día los pacientes tienen diversas formas de acceder a información acerca de su condición y abrir un mundo de posibilidades sobre cómo tener una mejor calidad de vida, por lo cual una persona con artritis reumatoide puede estar más implicada en su condición y aportar en las decisiones que se toman con respecto al tratamiento de la enfermedad.
La relación médico-paciente es fundamental para el tratamiento
Allí, la comunicación directa entre el médico y el paciente con artritis reumatoide puede hacer la verdadera diferencia en el tratamiento, ya que con el advenimiento de las nuevas y revolucionarias terapias, el objetivo de lograr una remisión completa en un periodo de tiempo corto es posible.
Para eso, es clave que el paciente sea parte activa de su proceso y dialogue permanentemente con su médico para trabajar en las mejores opciones terapéuticas que se adapten a su condición.
"Los pacientes tienen un poco de reserva cuando vamos a empezar con los tratamientos". Sin embargo, "la educación del paciente es importante al empezar la terapia, porque la mayoría de los daños de la AR son prevenibles, así que la educación es súper importante, que entiendan qué es la condición y por qué el tratamiento", afirmó la Dra. Franchesca Cruz, reumatóloga.
¿Cómo ser parte activa del proceso?
Comunicar las dudas sobre la progresión de la enfermedad; si el tratamiento está funcionando o hay que modificar dosis; si los brotes están empeorando o los síntomas no están mejorando con la terapia definida, además de resolver inquietudes sobre los objetivos del tratamiento, son aspectos claves para que un paciente se convierta en parte activa de su proceso.
De acuerdo con el portal web Roche Pacientes, el miedo y la inseguridad pueden convertirse en las principales barreras de un paciente, ya que pueden creer que el reumatólogo no va a entender lo que quieren decir, o sentir vergüenza a la hora de preguntar ciertas cosas y eso hace que el manejo de la enfermedad pueda empeorar.
Sin embargo, los pacientes deben tener en cuenta que la aportación del reumatólogo va más allá de los aspectos físicos y abarca también los psicológicos, ya que puede ayudar a entender mejor las emociones que surgen en las distintas fases de la enfermedad.